El 'Método Xabi' en los primeros días en el Madrid, "mucho balón" y "mucha táctica": "Es muy intenso"

Xabi Alonso tiene un compañero fiel en cada paso que da por The Gardens, el búnker del Real Madrid en West Palm Beach, a una hora de camino del Hard Rock Stadium donde esta noche el tolosarra debuta como entrenador del conjunto blanco ante el Al Hilal (21:00 horas). Ese compañero, esa sombra, es siempre un balón. La pelota ha sido su momento de reflexión durante sus primeros días al mando de la plantilla. Con ella, dando toques o pisándola, reflexiona su plan mientras sus jugadores se preparan para entrenar. «En su cabeza hay un dibujo y quiere que todos aprendan a dibujarlo», explican fuentes cercanas al vestuario.
En ese dibujo hay «mucha intensidad» y «mucha táctica», cuentan desde Miami. Alonso lo controla todo. Salta al césped de Florida y coloca los conos uno a uno, como si fuera un asistente más. Si en el caso de Carlo Ancelotti eran su hijo Davide y Francesco Mauri quienes organizaban las sesiones y llevaban la voz en los entrenamientos, ahora es el propio Xabi quien ordena y manda. Mide los pasos entre conos, coloca bien los balones y solo guarda silencio cuando Sebas Parrilla, su segundo, explica los ejercicios. A partir de ahí, es todo suyo.
Alonso es quien da el primer pase en los rondos, quien devuelve el balón a los jugadores en los ejercicios de grupo y quien actúa como pasador en el inicio de las jugadas de ataque. Quiere estar en primera línea para ser él quien convenza al jugador de que lo que está haciendo es lo correcto. «Que todos aprendan a dibujar exactamente lo que Xabi tiene en la cabeza».
En el sonido de Palm Beach se nota su intensidad. «Con calidad y rápido», «quiero calidad, calidad», «dale, dale, dale», repite en uno de los ejercicios, antes de ponerse él mismo a realizarlo con los jugadores. Es uno más en la sesión con balón y a pesar de llevar ocho años retirado aguanta el ritmo de pases de sus futbolistas.
Este modo de mandar y entrenar no es nuevo, ya lo hacía en el filial de la Real Sociedad y en el Bayer Leverkusen, al que transformó en campeón de la Bundesliga en apenas unos meses estando encima de cada ejercicio y de cada acción. Y los jugadores, claro, lo notan.
«Xabi es muy cercano e intenso. A los jugadores nos ayuda mucho que esté sobre nosotros», dice Fede Valverde en Palm Beach. A unos metros, Dean Huijsen, recién llegado al vestuario, repite el argumento: «Es un buen entrenador y nos está exigiendo mucho». El mensaje se contagia por toda la plantilla. «Genera ilusión, quiere un equipo que sepa a lo que juega», comenta Dani Ceballos sobre la hierba de Florida, donde hace públicos los comentarios de Modric al anunciarse el fichaje del nuevo técnico: «Luka me contaba que cuando compartía equipo con él era muy pesado a nivel de posicionamiento».
En el Four Seasons de Palm Beach, hotel del Madrid durante esta primera fase del Mundial de clubes, reina la ilusión: «Vemos a Xabi en el hotel que se sube por las paredes por empezar. Nos lo dice muy claro. Él tenía dudas de si era el momento pero ahora se ve muy capacitado y con ganas. Eso nos genera mucha ilusión. Estoy seguro que cuando empiece la Liga este equipo funcionará».
Por el césped también aparece Brahim Díaz, a punto de renovar su contrato y centrando también la reflexión de estos primeros días en que «los entrenamientos son muy intensos». «Es un entrenador joven pero con mucha experiencia», añade el andaluz.
Unas horas más tarde, Alonso compareció en su primera rueda de prensa previa a un partido como entrenador del Madrid. Lo hizo en el imponente Hard Rock Stadium y ante una sala de prensa con aforo completo.
Las únicas dudas en su once son la de Kylian Mbappé y la de Antonio Rüdiger. El francés se ausentó de la última sesión por fiebre y es seria duda para el encuentro ante. La humedad en el sur de Florida es altísima, se espera un 74% a la hora del partido (15:00) y las temperaturas superarán los 30 grados, con posibilidad de tormenta tropical. En el conjunto blanco no son demasiado optimistas con la presencia del galo. El alemán, por su parte, ha vuelto hace unos días tras lesionarse el menisco y el cuerpo técnico no le quiere forzar.
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